Hace años que llevo acarreando una lesión que me va y me viene de vez en cuando. La primera ocasión que la tuve fue justo despues de los 10km de Alovera de... hará tres o cuatro ediciones. Estaba fuerte, había entrenado duro y mi objetivo era bajar de 37 minutos.
Tras una noche entera de perros, trabajando duro con las botas puestas, en un incendio de cinco o seis casas del pueblo de Uceda en la que se congelaba el agua cuando tocaba el suelo, no dejé que se me escapase esa competición y sin dormir me dispuse en la linea de salida. Me salio un carrerón a pesar de las condiciones, pero me llevé a casa una tendinitis aquilea que todavía arrastro a día de hoy.
Me la estuve tratando durante un tiempo, y me dejó de doler. Con el paso de los años de vez en cuando aparece de nuevo, y en ese momento estoy.
Este verano, después del Ultra Trail de Lavaredo me sentía cansado y dejé de entrenar. Quizas demasiado de golpe, porque me empezaron a salir un montón de dolores y entre ellos el dolor agudo en el tendón de aquiles del pie derecho. Por mas que he descansado no ha mejorado, así que me he puesto manos a la obra para recuperarme una vez he tenido ganas de empezar a correr otra vez.
Pensareis que estoy gilipollas. Probablemente. Pero es que parado no mejoraba nada.
¿Cual es el plan?
Lo primero, diagnosticar de que me viene. Cosa que creo que he descubierto. Siempre he sido muy tronco de cadera y añadido a mi dejadez creo que el acortamiento de isquiotibiales es el motivo principal de la tensión que acumulo en el soleo y gemelos.
Lo segundo, no tener prisa. Es un buen momento, ahora que no tengo competiciones a la vista, relajarse y hacer las cosas poco a poco y bien. Una vez nos metemos en la vorágine del día a día, del entreno tras entreno, nos vamos descuidando de los pequeños detalles. Cuando acumulamos muchos pequeños detalles abandonados es cuando salen las lesiones y ya es demasiado tarde.
Ya por fin, además, me he puesto en manos de Agus (mi fisio) y claro, no voy a contar las intimidades de su técnica, porque toca en sitios insospechados (eso lo dejo para otra entrada). Tras una primera sesión de mucho dolor parece que la inflamación se ha subido como un cm en el propio aquiles.No sé si es bueno o malo pero cuanto mas cerca del gemelo y soleo esté creo que mejor, más riego sanguíneo habrá. Este es el mayor problema de las tendinitis, hacer que el propio organismo las cure.
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