"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

si vas corriendo, más camino andarás.

domingo, 28 de julio de 2013

PREPARACIÓN DE LA G2HAUNDIAK.

Desde mediados de Marzo os he ido poniendo la planificación, semana a semana, de lo que tenía previsto entrenar. Lo realizado realmente no tiene porqué coincidir con la planificación por diferentes motivos. Hay semanas que he hecho algo de menos por algunos dolores (seis semanas). Así mismo hay semanas que he hecho de más sobre lo planificado, simplemente porque me apetecía o porque las circunstancias han surgido así (siete semanas). En tan solo tres semanas he hecho lo planificado previamente.

De las diez y seis semanas previas al ultra he corrido:
2 dias/semana: una semana (semana 15ª).
4 dias/semana: doce semanas.
5 dias/semana: dos semanas (semanas 9ª y 10ª).
La penúltima semana no corri ningún dia, sin embargo hice un trekking por pirineos (cuatro días no muy intensos). La última semana no corrí ningún día.
La sesión mas corta ha sido de 30min recuperación y la mas dura 3h 40min (25km 1600m+) aparte de las competiciones.
Tan solo he doblado sesión un día.

He hecho tres competiciones de preparación:
- La media Maratón del pico del Aguila (media montaña) semana 9ª. 1h 36min.
- La media Maratón del Ocejón (Montaña) semana 11ª. 1h 56min.
- Los diez montes de Vitoria (55km 2500m+) semana 14ª. 6h 10min.

Esta ha sido en resumen mi preparación.

sábado, 20 de julio de 2013

SOBREVIVIENDO LOS 2 HAUNDIAK. G2H Parte 2.

Tunel de San Adrian.
DILEMA al inicio del tramo Etxegarate-San Adrian (50-59km +700m -400m). Juanra no va bien y me plantea que tire solo para delante. Yo dudo, él me espero en mi momento de flaqueza, pero me insiste “Tira que vas a hacer un tiempazo”. Es la única zona que conozco. Cuando entrenamos este tramo hace dos meses me dijo que tenía que llegar fresco a Etxegarate para afrontar la segunda parte y yo he cumplido. Voy fresco. Me encuentro bien. Me siento fuerte. Pienso que va a retirarse, y por eso me dice que me valla. Yo hago caso a mi compañero y marcho en solitario. Voy cogiendo corredores poco a poco con un ritmo implacable. Fue mi mejor momento. Al llegar a Otxaurte me extraña no ver a Arantza, Gala y Elio, pero la verdad, es muy pronto y pienso… “no habrán podido llegar”. Sigo a mi ritmo, que en ese momento es impresionante. Ahora pienso, si no forcé demasiado en ese tramo…pero era lo que el cuerpo de daba y pedía. Rrriiinnnnggg, suena el teléfono. Es ella, me pregunta donde estoy, ya que en el paso de Etxegarate no aparezco, para ir a animarme. Ya no me veis, contesto yo, estoy en San Adrian, y en nada estaré subiendo el Aizcorri. En el avituallamiento cargo bien de agua, dado que el siguiente pilla lejos y empieza a hacer calor. Estoy en la parte alta del tobogán de las sensaciones.

Cima del Aizkorri.
ASCENDIENDO Y DOLOR. Un tobogán desde San Adrián-Aizcorri-Oazurtza (59-68km +950m -1200m) De repente me llaman a voces…”Luisssss!!! Ya estoy. Me grita Juanra desde el fondo. ¿te espero? Le contesto…. No, tira. Ahora voy.” Continúo a mi ritmo que es fuerte en ese momento. Ahora toca subir el Aizcorri empezando tranquilo para que no se te atasque la cuesta. Conozco el camino “del calvario”, así que no me va a sorprender su longitud. Creo que Juanra me enganchará en la bajada. Corono, y me cantan el puesto 18 en la cumbre. Hasta ese momento no tenía ni idea del puesto que llevaba. El descenso hasta las campas de Urbía me vuelve a recordar donde esta mi rodilla izquierda con pinchazos agudos. Es un descenso pino, pedregoso y duro. En resumen, muy complicado. Y de nuevo, vuelta a subir al collado de Andraitz por el recorrido de la Zegama. Durante el nuevo descenso al avituallamiento de Oazurtza la rodilla empieza a decir “Basta ya”. Me pasa el primer corredor desde hace horas. Yo confío en llegar, “solo” me quedan veinte kilómetros.

PADECIMIENTO durante los diez kilómetros entre Oazurtza-Mutiloa (68-78km +200m -700m). Cuesta arriba me defiendo, pero las cuesta abajo pinas me matan, me destrozan a dolor. Inicio una espiral de pensamientos negativos que me harán sufrir más si cabe. El cálculo del espacio-tiempo que me queda hasta meta va variando constantemente. Durante, al menos, una hora mas, no me pasa nadie, a pesar de ir andando. Creo que Juanra se habrá retirado. De otra manera estaría ya conmigo. Poco a poco van llegando corredores, que sin ir deprisa me van pasando. Se me hace largo,…. muy largo y tedioso. ¿Dónde estará Mutiloa? ¿Cuánto me quedará? Por fin llego. Me parece mentira, pero llego a pensar en retirarme. Una parte de mi quiere acabar con este sufrimiento y otra parte me dice que solo quedan diez kilómetros. Con esta tesitura me despisto, apenas como tan solo bebo.
Llegando a meta en Beasain.
SUPLICIO Y TORMENTO es lo que me queda hasta meta. Mutiloa-Beasain (78-88km +325m -350m). Nada mas salir del pueblo me enfrento a una cuesta que ya no me esperaba. En su cumbre me “salva la vida”, con un trago de agua fresca, una fotografa de la organización. Voy desesperado. Mucho dolor y la mente en mal estado. Necesito ánimos, y llamo a Arantza. Le cuento que voy mal, pero no tan mal como realmente iba. Le doy una previsión de llegada y por un momento la mente se dispersa. “Tengo que llegar”, ”me queda una hora dura, pero llego”. Me siguen pasando corredores, pero ninguno es Juanra. Calculo a 10minutos el kilometro. De vez en cuando paro. Estiro. Cojo aire. Sigo andando. “Quiero llegar”.

Meta de la G2Haundiak
SUFRIMIENTO Y MUCHA ALEGRIA al entrar en Beasain. Me anima un ciclista en el puente de entrada “Venga chaval, que ya has llegado. Enhorabuena” todavía me queda kilometro y medio y se me humedecen los ojos. ”Muchas gracias” le contesto agachando la cabeza, mostrándole mi agradecimiento. Desde allí hasta la meta es una explosión de felicidad. Los mayores están de vermut y los niños en los columpios. Todos se paralizan, al verte llegar, para animarte. Los mayores se levantan de las sillas “vamos champeldun” te animan. Los niños corren para chocarte la mano. Desde las tiendas salen a la puerta para darte animos. Yo sigo andando. No puedo correr. “Gracias, muchas gracias” intento contestar a todos los que me animan.

FELICIDAD al ver a Gala y Elio correr hacia mi. FELICIDAD al sentir sus labios en mis mejillas y sus brazos abrazarme. FELICIDAD al cogerles sus manos para entrar en meta. FELICIDAD al ver a Arantza al final de la recta haciéndome una foto. MUCHA FELICIDAD al entrar en meta y haber vivido y sobrevivido la G2haundiak.
32º 14h 05min 20 seg

SORPRESA a los diez minutos. Juanra no se había retirado. 
Acompañando a meta a Juanra.

VIVIENDO SENSACIONES EN GOIERRI. G2H Parte 1

 
DUDAS como siempre antes de una prueba. La mas importante… si el descanso iba a ser suficiente. El viaje lo había tenido que hacer el mismo día por motivos familiares. Partiendo desde Guadalajara a eso de las diez de la mañana. Llegando a Beasain al medio día, esperando descansar algo a la hora de la siesta. En cuanto al material, teniendo en cuenta las temperaturas esperadas (20ºmin-32ºmax) y las posibles tormentas, estaba bastante claro. Manga corta y material obligatorio.

ALEGRÍA de reencontrarme con Juanra y Leire, para compartir esta experiencia. Así como con mi amigo Manolo, que se animaba a hacer esta carrera sin haberla preparado expecíficamente.

CALMA a la hora de recoger los dorsales. Calma también a la hora de echarme la siesta que no consigo echarme, dados los nervios de mis hijos. Con lo que de nuevo vuelven las dudas.

La espera tras la cena.
DIVERSIÓN en los columpios y en la posterior cena. Alrededor de los platos no se nos ve nerviosos, a Manolo y a mi. Quizás, porque no tenemos nada que perder. Solo venimos a disfrutar. Ya han pasado los años en los que competíamos por hacer pódium y cumplir con lo esperado tras duros entrenamientos. Ahora los entrenamientos son casi igual de duros, pero las competiciones no.

ALBOROZO de Gala y Elio saltando y bailando sobre los charcos que ha dejado la tormenta una hora antes de la salida. Mientras rematamos las cervezas de última hora, las noticias corren como la pólvora. Entra un señor en el bar y…“Están diciendo que se atrasa una hora la salida. Que va a ser a las doce 00.00”

ANSIOSOS de empezar, nos toca esperar una hora de bar en bar. Pasando de la cerveza de la cena al café doble del tiempo muerto. Por fin entramos en la zona de salida entre bromas, y nos confirman el rumor que corría…”no se subirá el tramo final del Txindoki, por peligro”.

HONOR es lo que sientes, cuando te cantan los bertsolaris y te bailan un aurresku. Todo un pueblo está esperando a que salgas a correr para alentarte y aclamarte, y ha llegado el momento.

EMOCIÓN desbordante en el tramo Beasain-Zaldibia (0-7km). La gente por las calles animándote. Parando la verbena del pueblo para que pases tu, y otros locos como tu. Esperándote mas de una hora a que hagas aparición por su pueblo. Niños ofreciéndote el saludo. Jóvenes arengándote con el cubata en la mano. Mayores aplaudiendo y gritándote “vamos, campeones”. Siete kilómetros donde te tienes que frenar, porque si no, de la emoción correrías como en un diez mil. Junto a Juanra, como buen maestro de ceremonias recorro este tramo comentando las sensaciones.

ACELERADO en exceso entre Zaldibia-Larraitz (7-18km). Buena grupeta hemos cogido. En los tramos llanos me cuesta seguirles, hago un poco la goma. Juanra comanda el grupo y nos lleva fuertes. Durante el descenso nos estiramos. Justo antes de llegar al avituallamiento pasamos a Zigor Iturrieta con una fuerte tos (se retirará en este punto). Nos encontramos mucha animación a pesar de ser mas de las dos de la mañana. Nos hacen fotos. Estamos muy contentos y al mismo tiempo muy concentrados. ¡seguimos!

Avituallamiento de Larraitz.
DUREZA es lo que nos espera para subir al Txindoki entre Larraitz-Uarrain (18-28km). Es el momento de desplegar los bastones, coger ritmo de ascenso y cambiar el paso. Poquito a poco, paso a paso vamos ascendiendo. De repente los pelos de los brazos se empiezan a erizar. ¿Son los truenos a lo lejos qué rebotan? Son los arboles del bosque qué nos hablan. Es una TXALAPARTA dándonos sus mejores sonidos en el collado del Txindoki. Pero la subida no acaba allí, continúa hasta el Gambo con breves descansos. Sopla el viento. Empiezo a encontrarme mal. Tengo dolores de tripa. Me cuesta seguir a Juanra y el grupo en el que nos hemos integrado. Tras beber decido parar en el avituallamiento. Necesito descargar la tripa. Dar la vuelta a los dolores del intestino. Como plátano, tomo resuello y seguimos.


RESISTENCIA es lo que me repito una y otra vez entre Uarrain-Lizarrausti (28-36km). Descendiendo primero por campas empinadas y mas tarde por bosque cerrado. Gracias al ritmo pausado, al cariño dado por parte de Juanra, en ese tramo, he acabado el ultra. Es un tramo sencillo, que a pesar de descender a mi se me hizo cuesta arriba. Un poco de sufrimiento no viene mal. Nadie nos ha dicho que va a ser fácil. En Lizarrausti no nos entretenemos. Salimos tras beberme unas cocacolas y algo mas, comer plátano y sandía. No me entra otra cosa que no sea alimento natural.


Llegando a Etxegarate.
FORTALEZA ascendiendo el cuestarrón que hay nada mas salir de Lizarrusti- Etxegarate (36-50km) Empiezo a subir marcando yo el ritmo, cuando me doy cuenta que ya no tengo dolores, he empezado a sudar bien y vamos con muy buen ritmo. Poco a poco vamos pasando corredores. Algunos de los cuales nos siguen, otros no. Luego es un continuo sube y baja por un bosque infinito. Quince kilómetros pisando hojas perfectamente marcado. Parece como si unas hadas nos indicasen el camino. La luz del frontal desgasta la vista, y vamos dándonos relevos para comandar el equipo. Yo hago principalmente las subidas y Juanra con su potente nao las bajadas. Sin hablarlo nos compenetramos a la perfección. Avanzamos rápidamente. En el km 44 pita el reloj…6 horas. Poco antes de iniciar el descenso a Etxegarate le toca el momento flaco a mi compañero de viaje. Bajo el ritmo. Intento llevarle suave, con cariño. No se si lo consigo. El avance se ralentiza, pero es lo de menos. Vamos juntos, está amaneciendo, empieza un día nuevo y ya llegamos al avituallamiento. Las siete en punto. Allí, la rutina de llenar los bidones, comer un poco y la novedad de cambiar de camiseta aprovechando la bolsa que te lleva la organización. 

martes, 2 de julio de 2013

CRÓNICA DE LOS DIEZ MONTES DE VITORIA.

Por asuntos familiares, que no vienen al caso, me tenía que desplazar a Vitoria después de las ocho de la tarde del viernes, con lo que me busqué un compañero de viaje para compartir coche y conducción hasta las tierras del norte. El gran Camarasa. Llegamos al Frontón (punto de recogida del dorsal y salida del bus) a eso de las 00.30, después de cenar en la furgo en ruta, turnándonos en la conducción. A las 4.30 sonó el despertador y despejamos definitivamente las dudas de siempre. Manga larga debajo (10 ºC en ese momento), manga corta encima con dorsal (20ºC de previsión a la 1), pantalón corto, pantorrilleras y sin bastones. Lo de decidir ir sin bastones fue mas por el echo de entrenar mas que por gusto personal, aunque he de decir que después de conocer el recorrido tampoco los hubiese llevado. En el bus estoy destemplado, no consigo entrar en calor. Suerte que la salida fue agil y apenas nos hicieron esperar. Nada mas llegar a la zona de salida me voy a la parte de adelante y me saluda, por mi nombre, un tipo con la gorra de raidlight…¿Quién eres? – Aitor, me contesta. Yo, rápido caigo, “la tortuga”. – Juanra y Raul andan por aquí, me dice. En esas que aparece Juanra, y según nos estamos saludando dan la salida. El inicio, todavía de noche es por pista ancha. Yo me pego a Juanra y vamos colocándonos, poco a poco en la zona de alante. Picamos el primer monte, descendemos un poco y otra vez para arriba al segundo monte. Nada mas picar en este segundo control me dedico a ir mordiendo algo de alimento. Queda mucho y el descenso lo hacemos ágilmente. En una zona poco boscosa Juanra dice… diez y seis he contado por delante… me sorprende ver la cabeza de carrera tan cerca, apenas un minuto. La siguiente subida es mas larga pero bastante tendida. Llevamos buen ritmo y nos juntamos con un grupo que nos antecedía. En este monte te cruzas por el mismo camino de subida y bajada con lo que nos vamos saludando con Atha, por delante de nosotros y Raúl, Aitor y Alejandro por detrás. En una de esas, veo volar a Juanra, y caer de bruces…¿te has hecho daño? No. Pues vamos… el grupeto se nos ha escapado un poco al bajar el ritmo tras la caída y al entrar al bosque se me escapan todos. Empieza el barro de verdad y no les puedo seguir sin jugarme la integridad de mi cuerpo. De repente me encuentro solo, pasando por un bosque absolutamente encharcado, por un momento me “pierdo”, vuelvo sobre mis pasos y sigo. Son continuas las entradas y salidas de una pista a infinidad de sendas y campo a través. Esa zona se me atraganta un poco, hay que buscar todo el rato las marcas y con gente por delante es mas fácil. Pero disfruto. En el avituallamiento solido nos reagrupamos unos cuantos. Realmente no es un grupo. Vamos dispersos, pero viéndonos. En uno de los miles de cambios de dirección aviso a un corredor que no seguía las marcas… EEEEhhhhhhhh, por aquiiiiii!, le voceo. Sigo con el unos cuantos kilómetros hasta llegar a una pista donde decido comer algo, y se me escapa. De vez en cuando miraba el perfil, y sabía que tenía un descenso largo hasta una tachuela y un avituallamiento liquido posterior. Ya estoy en el avituallamiento. Cargo el bidón y sigo. Un poco mas allá me llaman por detrás… Luis!!! Que pasa? Quintos…. Es Juanra que me está adelantando. No, le contesto. Te has perdido, yo voy el diez y seis, mas o menos. Le afirmo. No, vamos quinto y sexto, me han dicho en el avituallamiento, me contesta. No puede ser. Me sorprendo. Le preguntamos a uno en un cruce y nos confirma que somos quintos… Juanra, me doy la vuelta, en algún sitio me he perdido y no me he enterado pero el control no estára muy lejos.“No me vengo a Vitoria a correr 55km y no aparecer en la clasificación, por no hacer dos o tres kilómetros de mas” este es mi pensamiento. Según me voy cruzando con la gente me preguntan. En el avituallamiento, flipan. Yo, asumiéndolo con resignación. Prefiero perder tiempo y puestos, a estar descalificado y no entrar en los 150 puestos con reserva para la Hiru Handiak, a pesar de que mi carrera ha acabado. Voy contando y me pierdo. Por lo menos el cincuenta. Pico en el control que me había saltado y…Ahora toca no hacerse daño, comer, y acabar tranquilamente sin obsesionarse con los demás. Pasado un rato soy consciente de que he bajado el pistón, por un lado por falta de fuerzas y por otro, yo creo, que por falta de ambición. Los últimos montes se me hicieron duros. Son las cuestas mas pinas, aunque mas cortas, y los posteriores descensos por el bosque se me atravesaron a ratos. Hubo momentos de artazgo del barro, de buen ritmo, de decaída física, de vuelta a subir. Era una montaña rusa de sensaciones. Por último, el descenso final, 6km en continua bajada. Primero técnica por senda y después tendida por pista se hizo eterna. 55º en 6h 10min 54seg. Mi sensación al llegar fue de “Trabajo hecho” y de dudas para el G2H. Por la tarde tenía un dolor horrible en la rodilla buena (la fascia lata que tira de la rotula y arde) y la rodilla mala dolorida (operado de menisco y LCA). Dos días mas tarde estoy casi bien, sin haber hecho nada especial. Una carrerita de 45 minutos y descanso. En cuanto a las dudas se han despejado. Estoy preparado para afrontar la G2H. En cuanto a lo importante, LA COMIDA, dio la casualidad que dos personas nos recomendaron el mismo restaurante y allí que fuimos. Un menú delicioso. Unos tomaron pochas y otros raviolis de primero. Para el segundo casi hubo unanimidad… 4 chuletas y un confit de pato. El postre fue de la tierra, Goxua (creo que se llamaba) o cuajada. Y todo bien regadito con rioja…….alavesa.

SEMANA 27/2013

Lunes: 50´cc + 10 rectas.
Miercoles: 80´cc Montaña.
Viernes: 30´cc + 10 cuestas+ 20´cc montaña.
Domingo: 3h 30´montaña.

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