Hay muy pocas carreras gratuitas, pero todavia quedan, esta es una de ellas. Organizada por la A.D.Marathón de Madrid, la carrera de la constitución de Barajas es un ejemplo de organización. Carreras desde prebenjamines hasta la popular de senior y veteranos en apenas 45 minutos de diferencia, con guardarropas, habituallamiento final y hasta sorteo de regalos.
Era la excusa perfecta para pasar el día con la familia, aunque en esta ocasión yo no corría, no me apetecía tras el entreno del domingo por el monte, le tocaba dar el callo a Arantza y Sergio.
En menos de media hora nos plantamos en Barajas. Arantza se apuntó en el momento, todabía quedaba algún dorsal, aunque al final se acabasen. Vimos y animamos las salidas de los menores entre las 11 y las 11.45 , hora en la que se dió la salida de la popular. Había que dar, tres vueltas al circuito hasta completar 9 km y medio, ideal para los chicos, que les encanta ver pasar y animar a los corredores. Es una carrera rapida, llana y animada, sin grandes complicaciones y sin camiseta conmemorativa, estamos artos de ellas, y encima el día acompañó. En el Garmin salio 9,11 km.
Por la tarde hicimos una visita al Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna. Fue mandado construir por la duquesa de Osuna entre 1787 y 1839. Está considerado uno de los parques más bellos de la ciudad. De sus rincones destacan la plaza de El Capricho, el Palacio, el estanque, la plaza de los Emperadores, o la fuente de los Delfines y de las Ranas. Se le atribuyen referencias inglesas, francesas e italianas, de la época en que fue construido, las cuales son reflejo de las influencias artísticas de los diseñadores del parque. Constituye el único jardín del Romanticismo existente en Madrid. Muestras de ello son el laberinto de arbustos, los edificios, como el palacete, la pequeña ermita, o el hermoso salón de baile, además de los riachuelos que lo recorren y estanques, donde se pueden encontrar cisnes y patos. Durante la República fue declarado Jardín Histórico, aunque sin muchas consecuencias. Durante la Guerra Civil, se construyeron en el Jardín varios refugios antiaéreos subterráneos, en los que se encontraba el Estado Mayor del Ejército del Centro. En 1943, fue declarado Jardín Artístico.
Tras décadas de relativo abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Era la excusa perfecta para pasar el día con la familia, aunque en esta ocasión yo no corría, no me apetecía tras el entreno del domingo por el monte, le tocaba dar el callo a Arantza y Sergio.
En menos de media hora nos plantamos en Barajas. Arantza se apuntó en el momento, todabía quedaba algún dorsal, aunque al final se acabasen. Vimos y animamos las salidas de los menores entre las 11 y las 11.45 , hora en la que se dió la salida de la popular. Había que dar, tres vueltas al circuito hasta completar 9 km y medio, ideal para los chicos, que les encanta ver pasar y animar a los corredores. Es una carrera rapida, llana y animada, sin grandes complicaciones y sin camiseta conmemorativa, estamos artos de ellas, y encima el día acompañó. En el Garmin salio 9,11 km.
Por la tarde hicimos una visita al Parque del Capricho, en la Alameda de Osuna. Fue mandado construir por la duquesa de Osuna entre 1787 y 1839. Está considerado uno de los parques más bellos de la ciudad. De sus rincones destacan la plaza de El Capricho, el Palacio, el estanque, la plaza de los Emperadores, o la fuente de los Delfines y de las Ranas. Se le atribuyen referencias inglesas, francesas e italianas, de la época en que fue construido, las cuales son reflejo de las influencias artísticas de los diseñadores del parque. Constituye el único jardín del Romanticismo existente en Madrid. Muestras de ello son el laberinto de arbustos, los edificios, como el palacete, la pequeña ermita, o el hermoso salón de baile, además de los riachuelos que lo recorren y estanques, donde se pueden encontrar cisnes y patos. Durante la República fue declarado Jardín Histórico, aunque sin muchas consecuencias. Durante la Guerra Civil, se construyeron en el Jardín varios refugios antiaéreos subterráneos, en los que se encontraba el Estado Mayor del Ejército del Centro. En 1943, fue declarado Jardín Artístico.
Tras décadas de relativo abandono, en 1974 fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, y en 1985 fue declarado Bien de Interés Cultural.
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