Lo de currar el día antes de correr tiene sus riesgos, igual me paso el día entero haciendo un descanso activo con tumbing y teleing incluidos además de unos estiramientos para concluir, que me hago un entrenamiento de seis horas en altura con la adrenalina saliendo a borbotones por las orejas, con una mochila de 20kg y unas botas que "pa que contarte". Así que en esta ocasión me toco lo segundo... chicharrazo a las 10.15 (suena el telefono)... una casa ardiendo en Sacecorbo (pueblito que se encuentra a una hora del parque de Sigüenza)... primer subidón de adrenalina y a correr. Suena el mobil 10.45, ya no es una casa, ahora son dos... La cosa ya está fea, hoy toca ponerse de mierda hasta arriba y a tomarselo como entrenamiento de altura (Tejados, cuerdas, botas, granizo, lluvia). Los demás detalles los omito. Solo decir que conseguimos que no fueran tres.
Llegada a Sigüenza a las 18.00.
Buen "entreno", los gemelos destrozados de correr de un lado a otro, los lumbares doloridos de palear escombro, tejas, etc... los pulmones atascados del humo. Ya solo quedaba hacer la merienda-cena y a descansar por lo que pueda venir. Si lo se, no cambio la guardia.
A las 10.30 del domingo empezarón las carreras de los niños. Los mios hasta calentaron dos vueltas a la plaza, y después hicieron su carrera.
Con los antecedentes, y el día de perros que hacía, mi objetivo era no hacerlo mal, salir reservon y buscar covijo en algún grupo la primera vuelta, y la segunda ya veriamos. El primer covijo lo encontré en la foto del club, a la cual nunca llego, como no corro con la camiseta oficial me tienen boicoteado, y aprovechan cuando estoy calentando para hacerla y no llamarme.
Pronto los gallos se fueron, formando un pelotón guareciendose del viento. Yo, me junté con Pablo Aznar, y otros cinco corredores que hicimos juntos los primeros dos km con viento a favor, justo hasta donde se daba la vuelta para luchar contra el viento. Desde allí, en un principio comandados por el calvo fuerte, y posteriormente a relevos nos fuimos los tres solos a la caza y captura de cadaveres solitarios que se habían descolgado del grupo principal. El entendimiento entre los tres fue perfecto, relevos como en ciclismo, cortos sin meter cuneta, y dio sus frutos, superamos a tres o cuatro, que en níngún momento pudieron seguirnos. Así fuimos otros dos kilometros hasta lo mas alto del pueblo, justo cuando alcanzamos a Nacho, de Sigüenza, donde Pablo se empezó a quedar a pesar de mis intentos por acercarle para hacer un grupo más fuerte. Con ese viento es importantisimo no ir solo, el desgaste es mucho menor.
Desde las naves hasta el pueblo pagué el esfuerzo realizado y sufrí para no quedar cortado. De nuevo el comandante calvo nos estiró el cuello a los dos que quedabamos. El paso por la plaza mayor me hizo rejuvenecer, la verdad es que hay mucha gente animando y te vienes arriba. En la salida del pueblo ya no eramos un grupo, eramos tres hormiguitas, una detras de otra con cinco metros de distancia entre nosotros, lo cual no era un problema con el viento a favor, otra cosa iba a ser al dar la vuelta y otra vez el viento de frente. Al llegar a ese punto conseguí alcanzar de nuevo a Nacho, y a relevos otra vez, superamos el tramo mas duro de viento. Justo en la naves, donde te guarecias, se quedó. Ya solo quedaba el último kilometro y sufrir hasta el final.
Distancia 10,2 km
Meta:
Yo 38:01 a 3.43/km
Arantza 50:03 a 4.54/km
SACECORBO
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