Es un entorno privilegiado. Desde hace unos años es Parque Natural. Cuando yo era pequeño y me llevaban allí mis padres simplemente era el sitio donde tenía guardados los lobos Felix Rodriguez de la Fuente.
Hacia muchos años que no iba por allí y me había preparado
la ruta sobre plano. Una zona no la conocía bien y quería “trabajármela un poco”.
Otra zona está muy bien marcada, ya que transita alguna ruta del
Parque Natural.
Salí de Molina de Aragón con -6ºC y una niebla de las que
anima a ir a la montaña. El problema era que yo no iba a subir un pico, iba a
un barranco, y la duda se me apoderaba. Según me acercaba a Pelegrina la temperatura iba subiendo poco a
poco hasta alcanzar los -2ºC, que marcaba el coche, en el momento que empecé a correr. El sol, todavía
bajo, no conseguía deshacer la escarcha en los pastos del paramo castellano, aunque si que había podido con la niebla.
Me coloqué el Garmin, para poder ver después la ruta
exactamente realizada, y partí hacia el Este en busca del Bco. de Valdeperutún,
para entrarle al rio Dulce bastante arriba. La verdad es, que la sensación térmica
no era de mucho frío, y tan solo llevaba las mallas wintertrail y una camiseta térmica
del decathlon acompañada por un chaleco pirata Ternua de la ehumiliak. Habia poco viento, por no decir nada.
Pronto cogí el curso del rio dulce, solo estaba acompañado del telefono, para hacer fotos y de pajarillos. En ese tramo, en esta época del año está seco. Hasta el puente que cruza la carretera Gu-118 está muy cerrada la
vegetación. La senda es de las que usan los pescadores y a ratos vas por el
propio curso de agua…totalmente seco como he dicho antes. Maleza, mucha maleza en ese tramo, con algún enganchón en las zarzas y una pequeña torcedura de rodilla (no podia ver el suelo y las ramas al mismo tiempo)
Desde el puente hasta la zona que llaman los castillos, va abriéndose
poco a poco, encontrándome algún tramo con mimbre cerrado, pero la senda está mas que clara. En uno de esos me sorprendió
un ruido de bicho. Cuatro jabalíes salieron monte arriba. La madre con tres jabatos ya grandecitos.
Cuando te quieres dar cuenta, el valle se ha abierto y ha brotado el agua, apareciendo un rio precioso.
Cuando te quieres dar cuenta, el valle se ha abierto y ha brotado el agua, apareciendo un rio precioso.
Me tocó cruzarlo por unos palos muy bien puestos y mas tarde
otra vez, por un puente. Todo siguiendo una senda bonita, bonita. Ahora tocaba
subir por encima de las paredes a ver este espectáculo desde arriba. Y acerté
de lleno. La nueva iba ascendiendo poco a poco y al encontrar el páramo conseguí encontrar otra que va por el borde del cortado, desviándome de la ruta inicialmente prevista. En ese momento me sentí vigilado por el castillo de Pelegrina al fondo y por los buitres por encima de la cabeza.
Descendí de nuevo al rio monte a través, asustando por ello
a un zorrillo. Ya en el valle estás a los pies del pueblo, encaramado a lo
alto su castillo. Decidí rodearlo para ver todo su esplendor para después adentrarme en el.
Ya solo quedaba volver al coche en un par de km por carretera.
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