El desayuno es normal. Tu café junto con zumo, un par de magdalenas y tostadas con mantequilla y mermelada.
De nuevo, al igual que el día anterior, el trio con el que coincidiamos en las etapas, salio antes que nosotros. Pronto les alcanzamos y fuimos subiendo con ellos gran parte de la senda que te lleva por el valle de Contraix. Esta senda va ascendiendo a base de pequeños saltos de agua. El cielo estaba de un amenazante gris. Según fue calentando el sol se fueron elevando poco a poco, en el preciso instante de llegar al collado. El último salto de agua es una gran cascada que desagua el Estany de Contraix en un pequeño circo que le llaman les Raspes. Para pasarlo hay que rodearlo un por la derecha del según subes. Ese punto fue el de la despedida de nuestros compañeros temporales.
En el Estany empieza el bloque granitico, y no lo dejaras, salvo un par de neveros, hasta bien pasado el collado de Contraix. Unas tres horas seguidas pisando bloque, que se hacen eternas. Es una zona donde ir cerca unos de otros facilita el avance, siempre y cuando el primero esté espabilado. Recuerdo que apenas hablabamos. La concentracion es máxima en ese terreno. Los saltos son constantes con el desgaste que conllevan. Pronto se ve el refugio al fondo, lo que hace que se te haga mas largo el descenso, porque apenas avanzas por el valle de Colieto. ¡Por fin se ha acabado el bloque! Piensas cuando llegas a las praderas del gran estany de colieto, donde se ve al fin senda de tierra. En ese momento desfogas, hablas, y sobre todo descansas admirando las estampas “japonesas” de los pinos negros colgando de las rocas hacia el lago.
En el refugio de Ventosa terminaba la vuelta que comenzamos hace cuatro dias, cinco horas mas tarde de cuando salimos de Estany Llong. Solo quedaba bajar a la presa de cavallers y volver a casa.
El trekking de este año ha sido diferente a los hechos por mi hasta ahora. Yo diria que ha sido por ir con gente desconocida, por compartir con extraños nuestros conocimientos, porque al no ser un grupo de colegas te abres más a la gente que te encuentras por el camino y por supuesto por que Kai, Carmelo y Camarasa han sido unos magnificos compañeros de viaje.
Siento no poder poner los nombres de los que han compartido parte del viaje con nosotros, porque no recuerdo todos sus nombres, y poner tan solo algunos, no me parece bien.
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