
FERNANDOB es el alma mater de la carrera, el coordinador de treinta personas voluntarias para el buen desarrollo de la prueba, todo un personaje, viajero y ciudadano del mundo, tal y como le gusta describirse.
EL PROGRAMA reúne todas y cada una de las necesidades de una carrera diferente, la feria del corredor es sustituida por un mercadillo solidario y artesanal. Mientras los padres calientan, los niños y niñas se entretienen en un taller de reciclaje. Una vez se da la salida de la carrera y mientras los mayores suben al Ocejón, hacen carreras de menores con las categorías del pueblo de toda la vida (ñajos y grandotes), además de una gimkana.
A las diez se cena una paella vegetariana y a las once se reparten los trofeos artesanales a todos los corredores, nombrados de uno en uno. Por supuesto a media noche es cuando empieza la música, las risas y la fiestuqui.
Al día siguiente, con el despertar del gallo y la luz del amanecer, te dan de desayunar y la despedida personal.
LA SUBIDA empieza con un llano inicial de unos seis kilómetros, en los que me situé bien en carrera, en la parte de adelante, cogiendo ritmo sin machacarme mucho. Tras el primer avituallamiento empiezan las rampas y con ellas yo a andar. Tenía un calor asfixiante entre las jaras florecidas, estaba incomodo, me sobraba la camiseta y me empezaron a pasar unos cuantos corredores. En peña Bernarda el agua me dio la vida, conseguí refrescarme, bajar la temperatura y a pesar de las siguientes rampas recuperarme un poco, para llegar al ocejoncillo con mucho mejor ánimo.
LA DULZAINA me dio fuerzas. Fue oírla al entrar al valle del Ocejón, pisar la galluba y venirme arriba. Empezaba a pensar en remontar posiciones cuando veía que me acercaba a mis predecesores en las zonas más técnicas. Y justo cerca de la cima tenía que aprovechar esta circunstancia.
EL OCEJON es nuestro pico, el más característico de la provincia, en el que nos hemos iniciado todos los alcarreños que vamos a la montaña, el que no sabes cuantas veces has subido porque has llegado a perder la cuenta pero sin embargo recuerdas tu primera ascensión con tu padre siendo un mico.
Qué alegría te da cuando pasas a gente bajando. Uno, dos, tres, y todo sin bajar despendolado, aunque sí fuerte. Solo quedaban dos kilómetros de bajada y otros dos “llanos”, y a estos últimos los temía. Son rompepiernas y mas si ya las tienes absolutamente rotas. Por el paso de Majaelrayo adelanté también a Francisco. Pensé que me seguiría pero no fue así. Finalmente sufrí en esos últimos kilómetros, pero yo creo que lo hacemos todos en igual medida.
DOS CERO DOS fue el tiempo que empleé en subir y bajar. Octava posición. ¡Y me lo quería perder!…el masajito de después, porque tienen hasta masajistas.
Estáis invitados a correrla. No os defraudará.
Vete preparando para el otoño la primera "4 SUBIDAS AL PICOZO"....
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Peta
Igual solo cuatro subidas se me quedan cortas, no? Solo teneis ese monte por Palmaces?
EliminarMuy buena carrera Luis. ¡Well done!
ResponderEliminarGracias. Si, la verdad es que estoy en un estado de forma excelente, y últimamente me están saliendo muy buenas carreras. A ver cuanto dura...
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