"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

si vas corriendo, más camino andarás.

sábado, 20 de julio de 2013

VIVIENDO SENSACIONES EN GOIERRI. G2H Parte 1

 
DUDAS como siempre antes de una prueba. La mas importante… si el descanso iba a ser suficiente. El viaje lo había tenido que hacer el mismo día por motivos familiares. Partiendo desde Guadalajara a eso de las diez de la mañana. Llegando a Beasain al medio día, esperando descansar algo a la hora de la siesta. En cuanto al material, teniendo en cuenta las temperaturas esperadas (20ºmin-32ºmax) y las posibles tormentas, estaba bastante claro. Manga corta y material obligatorio.

ALEGRÍA de reencontrarme con Juanra y Leire, para compartir esta experiencia. Así como con mi amigo Manolo, que se animaba a hacer esta carrera sin haberla preparado expecíficamente.

CALMA a la hora de recoger los dorsales. Calma también a la hora de echarme la siesta que no consigo echarme, dados los nervios de mis hijos. Con lo que de nuevo vuelven las dudas.

La espera tras la cena.
DIVERSIÓN en los columpios y en la posterior cena. Alrededor de los platos no se nos ve nerviosos, a Manolo y a mi. Quizás, porque no tenemos nada que perder. Solo venimos a disfrutar. Ya han pasado los años en los que competíamos por hacer pódium y cumplir con lo esperado tras duros entrenamientos. Ahora los entrenamientos son casi igual de duros, pero las competiciones no.

ALBOROZO de Gala y Elio saltando y bailando sobre los charcos que ha dejado la tormenta una hora antes de la salida. Mientras rematamos las cervezas de última hora, las noticias corren como la pólvora. Entra un señor en el bar y…“Están diciendo que se atrasa una hora la salida. Que va a ser a las doce 00.00”

ANSIOSOS de empezar, nos toca esperar una hora de bar en bar. Pasando de la cerveza de la cena al café doble del tiempo muerto. Por fin entramos en la zona de salida entre bromas, y nos confirman el rumor que corría…”no se subirá el tramo final del Txindoki, por peligro”.

HONOR es lo que sientes, cuando te cantan los bertsolaris y te bailan un aurresku. Todo un pueblo está esperando a que salgas a correr para alentarte y aclamarte, y ha llegado el momento.

EMOCIÓN desbordante en el tramo Beasain-Zaldibia (0-7km). La gente por las calles animándote. Parando la verbena del pueblo para que pases tu, y otros locos como tu. Esperándote mas de una hora a que hagas aparición por su pueblo. Niños ofreciéndote el saludo. Jóvenes arengándote con el cubata en la mano. Mayores aplaudiendo y gritándote “vamos, campeones”. Siete kilómetros donde te tienes que frenar, porque si no, de la emoción correrías como en un diez mil. Junto a Juanra, como buen maestro de ceremonias recorro este tramo comentando las sensaciones.

ACELERADO en exceso entre Zaldibia-Larraitz (7-18km). Buena grupeta hemos cogido. En los tramos llanos me cuesta seguirles, hago un poco la goma. Juanra comanda el grupo y nos lleva fuertes. Durante el descenso nos estiramos. Justo antes de llegar al avituallamiento pasamos a Zigor Iturrieta con una fuerte tos (se retirará en este punto). Nos encontramos mucha animación a pesar de ser mas de las dos de la mañana. Nos hacen fotos. Estamos muy contentos y al mismo tiempo muy concentrados. ¡seguimos!

Avituallamiento de Larraitz.
DUREZA es lo que nos espera para subir al Txindoki entre Larraitz-Uarrain (18-28km). Es el momento de desplegar los bastones, coger ritmo de ascenso y cambiar el paso. Poquito a poco, paso a paso vamos ascendiendo. De repente los pelos de los brazos se empiezan a erizar. ¿Son los truenos a lo lejos qué rebotan? Son los arboles del bosque qué nos hablan. Es una TXALAPARTA dándonos sus mejores sonidos en el collado del Txindoki. Pero la subida no acaba allí, continúa hasta el Gambo con breves descansos. Sopla el viento. Empiezo a encontrarme mal. Tengo dolores de tripa. Me cuesta seguir a Juanra y el grupo en el que nos hemos integrado. Tras beber decido parar en el avituallamiento. Necesito descargar la tripa. Dar la vuelta a los dolores del intestino. Como plátano, tomo resuello y seguimos.


RESISTENCIA es lo que me repito una y otra vez entre Uarrain-Lizarrausti (28-36km). Descendiendo primero por campas empinadas y mas tarde por bosque cerrado. Gracias al ritmo pausado, al cariño dado por parte de Juanra, en ese tramo, he acabado el ultra. Es un tramo sencillo, que a pesar de descender a mi se me hizo cuesta arriba. Un poco de sufrimiento no viene mal. Nadie nos ha dicho que va a ser fácil. En Lizarrausti no nos entretenemos. Salimos tras beberme unas cocacolas y algo mas, comer plátano y sandía. No me entra otra cosa que no sea alimento natural.


Llegando a Etxegarate.
FORTALEZA ascendiendo el cuestarrón que hay nada mas salir de Lizarrusti- Etxegarate (36-50km) Empiezo a subir marcando yo el ritmo, cuando me doy cuenta que ya no tengo dolores, he empezado a sudar bien y vamos con muy buen ritmo. Poco a poco vamos pasando corredores. Algunos de los cuales nos siguen, otros no. Luego es un continuo sube y baja por un bosque infinito. Quince kilómetros pisando hojas perfectamente marcado. Parece como si unas hadas nos indicasen el camino. La luz del frontal desgasta la vista, y vamos dándonos relevos para comandar el equipo. Yo hago principalmente las subidas y Juanra con su potente nao las bajadas. Sin hablarlo nos compenetramos a la perfección. Avanzamos rápidamente. En el km 44 pita el reloj…6 horas. Poco antes de iniciar el descenso a Etxegarate le toca el momento flaco a mi compañero de viaje. Bajo el ritmo. Intento llevarle suave, con cariño. No se si lo consigo. El avance se ralentiza, pero es lo de menos. Vamos juntos, está amaneciendo, empieza un día nuevo y ya llegamos al avituallamiento. Las siete en punto. Allí, la rutina de llenar los bidones, comer un poco y la novedad de cambiar de camiseta aprovechando la bolsa que te lleva la organización. 

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