"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"

si vas corriendo, más camino andarás.

lunes, 10 de octubre de 2011

mEDIA mARATON rOMANICO rURAL


No, no me he equivocado en el titulo, lo he escrito así por que me da la gana.

El Sábado trabajaba en Sigüenza, con lo que era como competir en casa (te levantas y te vas a correr). Había quedado con Dani que me recogia para ir juntos a URES, donde sería la salida

El día había amanecido fresco, no tanto como se esperaba, y no había nada de viento, - aunque la previsión decía que si iba a haber- tras recoger el dorsal hicimos un calentamiento bueno, con truño incluido -Ya os he contado lo mal que se corre con la tortuga queriendo salir- tan bueno que casi no llegamos a la salida.

A las diez y media en punto, los más de cien corredores iniciamos la carrera. Se empezo muy deprisa. No había pasado ni un kilómetro y ya estábamos estirados. Yo, buscando mi sitio en algún grupo que no se llego a formar, hice pareja con otro corredor a la altura de Palazuelos, pero quinientos metros mas tarde, los de la media girábamos a la izquierda, cogiendo el camino del Cid y este siguió de frente a Ures- resulta que corría la de seis kilómetros- así pues, me quedaba solo ante el peligro.

Y el viento llegó, era la previsión -pero si siempre falla- me decía yo a mis adentros,- bueno pero es flojito y de medio lado- me repetía buscándole el lado positivo. Claro que este lado, el positivo, empezó a torcerse ya en el sexto kilómetro, tras una pequeña subida, al remontarla, soplaba con ganas – quien me manda a mi meterme en estos ajos, si yo no soy ni románico ni rural. Bueno, rural un poco, pero no tanto como esta media maraton-.

Y el viento siguió, tras girar de nuevo ahora a la derecha, pasaba a ser de frente, - ¡qué gustirriñin! Y yo solo en tierra de nadie- de alguien sería porque estaba labrada, pero solo sí estaba. Delante de mi a cien metros, tres a relevos del club maratón Guadalajara, y por detrás, a otros cien cuatro y desperdigados. No me quedaba otra que seguir solo por las tierras de Castilla.
Y el viento siguió, pero ahora de culo. Esto si que es un gustirriñin, te sube la temperatura corporal, que por otro lado bienvenida sea. La recta es casi interminable, cuatro kilómetros de asfalto malo, del que hay que buscar donde pisar, porque sino tu tobillo lo puede pagar caro.

Y la cuesta llegó, menos mal que sin viento. Por una pista forestal que pasa cerca de Ures, paralela a la carretera. Al principio se lleva bien pero al tercer kilómetro subiendo rampa tras rampa el corazón se sale por la boca y las piernas parecen las de un poni. En Pozancos un chaval me iba a dar agua, como iria yo de cara, que justo al pasar me quito la botella, se pensaría que no podía ni con ella, el pobrecillo se pego un sprint para alcanzármela, del cual estoy muy agradecido.

Y la cuesta continuó pero ahora para abajo. Tres kilómetros y ya está. Llevaba siendo noveno desde el kilómetro tres y veía como se había acercado el décimo un poco en la cuesta arriba- para abajo este no me engancha- pensaba yo- además, seguro que va tan jodido como yo- sino ya me habría pasado. Y me tire a tumba abierta.

META. 1h 27´ a 4.07 el km. Allí estaban mis retoños para entrar en meta conmigo. Ha sido dura, mucho mas de lo que me esperaba.

A Dani, que le abandoné desde la salida, tras hacer quince kilómetros buenos, la cuesta se le atragantó, le visitó el señor de la cachiporra, que por Segovia le llaman el hombre del mazo, pero se rehizo, que tiene su merito.

BUEN ENTRENO, FUERTE Y DURO, DE LOS QUE CURTEN.

1 comentario:

  1. Buena parte de ese crono lo debes al peso desalojado en la pre-competición.

    Buena carrera.

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